En un jardín de la granja hay un pequeño grupo de diez pinos carrascos, que cuando se les observa, caemos en la cuenta de que presentan una curiosidad en su forma, que los hace particulares.
Esta peculiaridad en su morfología no es nada misterioso aunque si que nos hace apreciar la sabiduría de la Naturaleza. Tiene su origen en la situación de los pinos, que están ubicados junto a una gran pared de conglomerado y de orientación sur, la cual protege a los pinos del frío norte, aunque no les permite disfrutar del sol crepuscular.
La mayoría de los pinos desarrollan sus ramas de forma radial, como casi todos los árboles, para aprovechar la luz solar de todo el día. Estos pinos, al estar privados del sol de la cara norte, han dirigido todo su ramaje hacia el sur, haciendo sus ramas un espectacular giro en algunos casos de más de 90 grados para encontrarse con el necesario y deseado Sol, je je je……….
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